Lo que fue un día el segundo emporio de España, terminaría convirtiéndose en la pesadilla hecha realidad de su accionista mayoritario, José María Ruiz Mateos, y de toda su familia.
Nueva Rumasa inicio como la idea de volver a construir la primera Rumasa del mercado, estableciendo nuevas directrices a fin de crear un mejor conglomerado de empresas donde no pudieran existir agujero que posibilitaría el perjuicio de las partes contratantes.
Sin embargo, a pesar de esto, las reiteradas actuaciones cuestionables de la familia Ruiz Mateos, terminaría envolviendo nuevamente a esta compañía comercial, posibilitando una mínima y nada fructífera vida útil. Al volver a las andanzas problemáticas, varias de las marcas de la empresa se volcarían en contra de Nueva Rumasa he iniciaría procesos judiciales a fin de quitarles el dominio de éstas.
Sin embargo, la lucha no duraría mucho tiempo ya que, para el año 2011, la sociedad Nueva Rumasa, terminaría siendo vendida con el fin de pagar las deudas que le eran conferidos a los accionistas, además de poder hacer frente a los pasivos que soportaba la compañía.
En relación al primer punto, se encontraría en su mayoría al menos la mitad de los hijos del polémico personajes José María culpables de defraude a la hacienda pública, provocando que, aún después del fallecimiento de su progenitor, estarían viendo las consecuencias legales de sus actos.
Ya han pasado 10 años desde el cierre oficial de Nueva Rumasa y más de 20 de la antigua Rumasa, donde las empresas que pertenecían al grupo de la Sociedad, serían los más afectados de la situación.
Si estás interesado en conocer sobre el ocaso de estos dos imperios construidos por el mismo hombre, te invitamos a seguir leyendo, en el presente documento te explicaremos todo sobre este tema.
Ocaso de Rumasa
Tras la expropiación forzosa realización por el gobierno socialista denominado PSOE (Partido socialista obrero español), José María Ruiz Mateos accionista mayoritario de Rumasa S.A, vería como en el año de 1983 su trabajo que comprendería en un conglomerado de más de 700 empresas nacionales, más de 60.000 trabajadores, y con una facturación de más de 300.000 millones de pesetas se dirigía a la privatización por partes.
De esta manera, el ocaso para el grupo Rumasa iniciaría cuando algunos rumores sobre las gestiones que estaba llevando la sociedad, llegaría a oídos del Banco de España, le que provocaría el inicio de una investigación sobre al comportamiento financiera de la compañía Rumasa, esto iba con especial refuerzo debido a que, el grupo Rumasa estaba integrado por 18 bancos, lo que permitirá algunos retiros injustificados por parte de los accionistas.
De esta manera, este accionar tendría mayor base al momento en que el accionista mayoritario José María, en vez de permitir las auditorias para conocer sobre el comportamiento financiero de la compañía, estas terminarían siendo desatendidas. Provocando que el Banco de España con apoyo del Fondo de Garantía de Depósitos, comenzaran a temer sobre las operaciones de Rumasa ante la posibilidad de que estas fueran ejecutadas de manera arriesgada, colocando así en peligro el sector bancario de todo el conglomerado de empresas que integran al grupo Rumasa.
Para el año 1981, se inicia la auditoria por parte de Arthur Andersen, quien terminaría haciendo un estudio exhaustivo de las cuentas de la sociedad.
A finales de 1982, el bando de España colocaría la alarma ante la fragilidad financiera que tenía Rumasa, visualizando el peligro que supondría tener un centenar de empresas que estarían dentro de poco, en quiebra.
A finales del primer mes de 1983, Rumasa iniciara con el contrato de la auditoria, y José María (Accionista mayoritario de Rumasa), aceptaría reunirse con el Ministro de Economía y Hacienda del momento, siendo Miguel Boyer, con el fin de buscar una solución ante la delicada situación de grupos Rumasa.
Sin embargo, ambas partes era antagonistas de las opiniones del otro, lo que provocaría que el Consejo de Ministro, después de una reunión de más de 12 horas, decidiera la expropiación del grupo Rumasa.
Para algunas, tales actuaciones fue un comportamiento extremista por parte del Estado, aun así, el Consejo de Ministro terminaría manifestando que, debido a la complejidad del grupo, ya no podían hablar de problemas coyunturales, sino algo más estructural.
De esta manera, Miguel Boyer Ministro de Economía y Hacienda, mencionaría que, la expropiación realizada a Rumasa, ya no podía verse solamente como una medida sancionatoria o punitiva, sino, una medida de carácter político económico, a fin de evitar una crisis total por la quiebra del emporio del grupo empresarial Rumasa, la cual según algunos expertos podía llegar a perjudicar gravemente el sistema financiero de España.
Después de una extensa lucha judicial, sobre la legalidad de la expropiación de Rumasa, establecimiento desde justiprecio e indemnizaciones. Sería el 12 de junio de 1997, cuando absolverían a José María, y otros accionistas de acusaciones sobre la consumación de delitos como; estafa y falsedad.
Lo último que vería José María, sería la liquidación y privatización de todos los activos de grupos Rumasa, los cuales culminarían el 2002, año donde se vendería las últimas fincas de la compañía.
Si te preguntas, cuáles fueron las razones sobre la expropiación de Rumasa, te lo resumimos de la siguiente manera:
- Reiteradas faltas en las auditorías externas que se harían a los bancos del grupo Rumasa
- Obstrucción en las actividades de la inspectora perteneciente al Banco de España
- Desaire a las múltiples advertencias de las autoridades competentes sobre una políticas más prudente y analítica
- La existencia de un espiral peligrosa para todo el grupo Rumasa.
- Deuda con la Tesorería y la Hacienda que tendría un valor de más de 118 millones de euros.
Ocaso de Nueva Rumasa
A pesar de las dificultades que le acarrearía los extensos juicios y varias huidas de la justicas, José María, convencería a sus hijos y a varias empresas con el fin de volver a intentar un nuevo emporio empresaria. Para algunos esta época se clasificaría en la reivindicación del empresario, donde buscaría construir un nuevo holding de la abeja.
Aunque, tenía buenas intenciones al principio, al final las malas gestiones financieras terminarían saliendo a la luz. De esta manera, la Nueva Rumasa, fue un germen que se remonta desde 1996, José María la constituiría con lo que pudo obtener de la privatización y liquidación de la antigua Rumasa.
Sin embargo, aunque, ya tuviera un extenso grupo de empresas, Nueva Rumasa S.A, seguiría generando cada día más deudas, lo cual llegaría a sumar unos 700 millones de euros en 23 instituciones bancarias y algunos organismos públicos. Esto tendría como consecuencias que varios procesos judiciales se iniciaran en contra de la compañía, algunas de estas causas se tratarían sobre denuncia por parte de los trabajadores ya que, para el momento, el personal no estaría cobrando desde hace varios meses. Ante esto, se embargaría algunos bienes y propiedades de la compañía para ir cubrir los impagos.
Ya para el 2009, Nueva Rumasa. S.A, comenzarían con la captación de empresas pequeñas por medio de pagarés, los cuales, ante un importe mínimo de 1200 euros, la compañía se comprometería es una rentabilidad anual de un 8%. A pesar de las múltiples advertencias de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, llegarían cerca de 5000 inversores interesado en dicha oferta. En esa época, podemos destacar que, tales pagarés no estaban debidamente inscritos ante el Registro Mercantil, lo que supondría en el perjuicio de otras posibles consecuencias riesgosas para los inversores.
El ocaso de la Nueva Rumasa, llegaría quizás desde el momento de su constitución, quizás el dejar que la deuda siguiera aumentando o seguir emitiendo los pagarés a las compañías adquiridas. Aun con esto, varios expertos economista comenta que éste culminaría ante la llegada de la ley concursal, donde 10 de las empresas más importantes de Nueva Rumasa de acogerían al contenido de la misma, esto con el fin de evitar la inminente suspensión de pagos.
Con esto, el final de Nueva Rumasa llegaría al ver que no podían hacer frente a las deudas, por lo que decidirían venderla a la compañía a Back in Business una operación realizada el año 2011, con un valor de 1.500 millones de euros, siendo este el pasivo que la empresa estaría soportando para el momento.
A pesar de la venta de la compañía, esto no evitaría que años más tardes sean procesado José María, su esposa Teresa Rivero y varios de sus hijos, a un juicio oral a fin de tratar la gestión cuestionable de Nueva Rumasa, la cuales estaría determinando la comisión de varios delitos, siendo estos; estafa agravada, alzamiento de bienes, bloqueo de capitales, entre otros.
En conclusión
El emporio la sociedad anónima de la familia José María inició como una actividad comercial familiar, para después finalizar en uno de los casos más peligros y polémicos para la banca de España. Gracias a este ejemplo empresarial, se empezarían a evitar la utilización del holding en el país, debido al riego que supondría los empresarios subordinados a una compañía dominante, los cuales no tendrían decisión sobre su empresa.
A pesar de que, José María buscara reivindicarse por medio de la constitución de la Nueva Rumasa S.A, este terminaría convirtiendo otro conglomerado de empresas en una riesgosa oferta financiera, entre las causas de este hecho fue la emisión de pagarés descontrolado que harían generar una deuda que, aun en la actualidad los hijos del fallecido José María aún se encuentran pagando.